Dentro de los Estudios Organizacionales, la aparición de la tecnología como elemento que incide en el desarrollo de diferentes actividades, es observable a partir de la administración científica, sin embargo esta comienza a adoptar importancia en la escuela de la contingencia, donde Woodward (1971) atribuyó a la tecnología ser el principal determinante de la estructura de las organizaciones, sin embargo, esta hipótesis quedó atrás con los estudios realizados por Pugh (1971), quien presenta factores que desde la perspectiva de Burns (1994), esbozan dos tipos de organizaciones en polos opuestos: las mecanicistas y las orgánicas. A partir de este punto es que la tecnología comienza a tomar relevancia como elemento característico de la modernidad, con la introducción de las tecnologías informáticas a las organizaciones, aumentando de manera significativa el desempeño de estas. Sin embargo, Crozier (1990) considera que a la informática se le ha atribuido un carácter de fiabilidad absoluta que llega a no cubrir los alcances deseados en la organización al ser implementada, puesto que ésta dista de ser generalizada para solventar situaciones similares que se presenten en otras organizaciones. En este sentido Solivérez (1992) permite observar que hay muchas más disciplinas inmersas en el campo de la tecnología, sin dejar de hacer énfasis en el desarrollo de la física, particularmente de ella destacan: el electromagnetismo, las ondas y la óptica, cuyo desarrollo resultó determinante para las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). De modo similar, Carr (2011) propone clasificar las tecnologías no con base en la disciplina de la que se desarrollan sino a partir de como benefician a los seres humanos; particularmente las cataloga bajo los siguientes criterios: para aumentar la fuerza; desarrollar el alcance de los sentidos; aprovechar recursos; e, incrementar su capacidad mental. Mires (1996) y Castells (2005) ponen de manifiesto las diferentes actividades en las que se emplean las TIC, así como los efectos de alcance global que han tenido, mismos que encuentran contraste con las propuestas de Escobar (2007) y Bauman (1998), quienes cuestionan la imposición en el tercer mundo, no solo de la tecnología sino, de diferentes elementos probados en el primer mundo. Recuperando las consideraciones ya expuestas, se decidió abordar dentro de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSH) de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco (UAM-A), las implicaciones de la implementación del Sistema de Informe Anual de Profesor Investigador (SIAPI), ya que, en dicho proceso, se presentaron diferentes hechos que obstruyeron el proceso de adopción. Se optó por analizar la implementación del SIAPI, con base en los pasos propuestos por Schvarstein (1998), quien hace palpable la existencia de un sinfín de tensiones dentro de la organización, las cuales emanan no solo del entorno, sino, además, de las consideraciones de los propios actores, del tipo de organización, sus reglamentaciones, entre otros; se abordó el caso de estudio a través de observación participante y entrevistas semiestructuradas, para las cuales se consideró realizar una muestra de máxima variación, ya que se contó con diferentes tipos de informantes, que desarrollan diferentes actividades dentro de la organización, con el fin de identificar puntos consonancia y disidencia entre los actores. De la investigación de campo se tienen como hallazgos las diferentes posturas de los entrevistados, de las cuales destaca, que consideran que la DCSH debe adaptarse no solo a los tiempos, sino a las necesidades de los diferentes integrantes de la organización, pues es menester considerar mecanismos que hagan partícipes a los principales usuarios en el desarrollo potencial del SIAPI, para así trascender hacia esquemas de participación activa, para definir los elementos que integran el propio informe, ello, antes de ser trasladado a una plataforma. De los profesores derivaron propuestas que abonarían al fortalecimiento del SIAPI, su consideración es fundamental para garantizar un desarrollo informático con significado, y tejer voluntades que permitan aminorar los mecanismos de control inherentes al sistema. Además, es importante señalar que los entrevistados consideran importante resignificar a la DCSH desde la base, mediante las interacciones que se desarrollan a través de las actividades sustantivas de la Institución. La docencia, investigación y la preservación y difusión de la cultura, deben ser consideradas desde su ser, con el fin de evitar el desarrollo de sistemas que simulan un avance en la institución, sin resolver tópicos medulares en sus actividades.
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